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Helga Zepp-LaRouche

En el escenario mundial se desenvuelve ahora un drama sin precedentes: El pueblo egipcio se ha liberado de una dictadura, en un proceso comparable a la caída del Muro en Alemania en 1989. La situación del sistema financiero global semeja un campo minado, en donde el más mínimo paso en falso podría detonar una reacción en cadena, lo que llevaría a la completa desintegración del sector financiero y bancario, similar al desplome del siglo 14. Mientras tanto, la agencia de vigilancia interna del Fondo Monetario Internacional admitió el total fracaso de esa institución, en tanto que cada vez más personas por todo el mundo reconocen la significancia histórica del Informe Angelides, como la primera reacción institucional responsable ante la mayor crisis financiera de la historia de la humanidad. La renuncia de Mubarak, y los dramáticos acontecimientos en Egipto, son todos señales paradigmáticas del hecho de que el sistema globalista ha sido un fracaso miserable.

Los acontecimientos en Egipto, junto con el Informe Angelides en Estados Unidos, ¡aportan un rayo de esperanza de que todavía pudiera ser posible salvar a la humanidad al borde del precipicio!

A pesar de que ciertamente no fue su intención hacerlo, Greenspan y Bernanke con sus paquetes de rescates hiperinflacionarios, y el director gerente del FMI, Strauss-Kahn, con sus condicionalidades infames, ¡han contribuido de hecho a estos acontecimientos positivos en Egipto!

Porque los hallazgos de la Comisión de Evaluación Independiente (CEI) del FMI, en el sentido de que la política del FMI literalmente abunda en errores de juicio basados en premisas falsas, no se limitan a juicios y recetas en el dominio de la crisis financiera global. Fueron en especial las políticas del FMI hacia los países en vías de desarrollo las que resultaron en un desastre. Y una de las razones de por qué, después de que Mubarak ha estado en el cargo por más de 30 años, de repente Occidente se da cuenta hace solo tres semanas de que es un "dictador", reside en el hecho de que, durante todas estas décadas, Mubarak estuvo imponiendo cabalmente el programa que el FMI le recetaba. Esto incluye la devaluación de la moneda de Egipto, y la privatización sistemática de las instituciones y compañías públicas y propiedad del estado. El FMI hasta le asignó una cuota de privatizaciones que el tenía que cumplir. Y los nuevos jefes que llegaban, ni siquiera parpadearon para ordenar los despidos, que a la larga llevaron a Egipto a una tasa de desempleo del 30% y un empobrecimiento cada vez mayor.

El FMI forzó a Egipto a tumbar sus aranceles agrícolas y a exportar frutas, vegetales y algodón para poder obtener divisas extranjeras, volviéndolo así incapaz de producir para sus propias necesidades internas. Se le negó crédito para infraestructura, energía e industria; en vez de esto se fomentó el turismo. Hasta hace unos dos meses, el gobierno de Mubarak estaba determinado a imponer una segunda fase del programa del FMI. Esto dejó a la juventud a la deriva, sin ninguna inspiración de siquiera un gran proyecto. Durante 30 años, no se presentó una aspiración nacional prometiendo un futuro mejor. Bajo la égida de Mubarak, Egipto ignoró a sus vecinos africanos.

Hay bases para tener la esperanza de que la población ahí no solamente querían deshacerse de Mubarak, sino que la mayoría quiere reemplazar cada aspecto de cada una de las políticas que tienen que ver con él y el FMI, con una verdadera perspectiva de reconstrucción. Egipto no es solo un país de Asia y África, sino que es también la cuna de la cultura europea, y si logra hacer esto, será una inspiración para todo el continente africano, y para todo el mundo árabe.

Europa tiene que ayudar a Egipto a realmente construir la economía del país. Proyectos tales como la construcción de nuevas ciudades satélites para quitarle presión a El Cairo, expandir la tierra cultivable mediante proyectos de irrigación que vayan hasta la Depresión de Qattara, construir una infraestructura moderna, producir energía con densidades de flujos energéticos mayores, y una industria moderna, tienen que ser parte de la agenda inmediata, y tienen que tener disponible el crédito necesario. Y lo que es más importante, se tiene que enviar a la basura todo lo que esté siquiera remotamente relacionado al FMI.

Porque, por más significativa que sea la admisión de la CEI sobre la falsa metodología del FMI, las perspectivas de que se pueda reformar esa institución, son simplemente nulas. Sus directores y asociados son un ejército de monetaristas inculcados en el neoliberalismo, que ni siquiera han podido dominar el ritmo de la globalización, y no tienen la más mínima idea sobre economía física. Aunque quizá todavía haya alguna esperanza para el FMI, si se reemplaza completamente todo su personal actual con empresarios industriales innovadores, científicos y gerentes de la banca de ahorro de la vieja escuela.

Los medios financieros también están totalmente fuera de foco con sus reportes sobre el Informe Angelides prediciendo que no va a tener ningún efecto. Solo diez días después de que se diera a conocer este informe, que revela sin vacilaciones la historia de los últimos 30 años, poniendo al descubierto las causas de la peor crisis en la historia de los mercados financieros, ya se ha convertido en el libro más vendido en Estados Unidos, y está por ser el más vendido en muchos otros países. Todo profesor o estudiante que se toma en serio, y todo político que quiera conservar su trabajo, está ahora ocupado estudiando este informe —más atractivo que cualquier drama policial de la TV— sobre las personas detrás de la crisis financiera.

Este informe es una lectura obligatoria para todos aquellos cuyos medios de vida se ha visto arruinado o dañado, a consecuencia de la revocación de la norma Glass-Steagall y la consecuente desregulación del sector financiero. E igualmente para todos aquellos que todavía les va relativamente bien, pero que reconozcan, intelectual y moralmente, que el sistema de desregulaciones de la globalización no solo ha puesto en peligro las vidas de millones de seres humanos sino que es también una amenaza al tejido mismo de nuestra sociedad libre, si bien solo parcialmente aún.

Cada uno de los miembros de nuestro parlamento federal y asambleas estatales van a tener que ser calibrados ahora por su actitud hacia el Informe Angelides, porque en tanto que este documento de 600 páginas presenta despiadadamente las maquinaciones criminales de los banqueros y los fondos especulativos, se carece totalmente de una comisión equivalente aquí en Alemania, o en cualquier otra nación europea. Esta es la razón por la cual, el BüSo inició, hace dos años, una campaña pidiendo que se convocara a una Comisión Pecora aquí, con el fin de poner al descubierto las actividades criminales en conexión con la crisis financiera. Pero la única respuesta de nuestros representantes en el parlamento, fue ¡que no había suficientes bases de sospecha!

Todos los ciudadanos alemanes se tienen que armar con este informe, que muy pronto va a estar disponible en alemán bajo el título Der FCIC-Bericht y deben visitar a sus representantes estatales y federales, sus alcaldes, asambleistas de las ciudades y miembros de los consejos municipales, y exigir que los hallazgos de este informe se apliquen también a la situación aquí. Los directores de industrias pequeñas y medianas, y cientos de gobiernos de ciudades y municipios, ya han presentado demandas legales en contra de ciertos bancos que les vendieron apuestas sobre tasas de interés, con el pleno conocimiento de que sus clientes iban a ser los perdedores, mientras se jactaban entre sus asociados que esta era la única forma de esquilmarle dinero a sus clientes.

Por lo tanto, en vez de andar peleándose sobre los detalles ridículos de la ley de desempleo de Hartz IV, debemos de deshacernos completamente de esta ley inhumana, la que, después de todo, no es más que simple resultado de las mismas prácticas financieras como las que denuncia el Informe Angelides. Y si se derogan todas las medidas que se hicieron necesarias por la desregulación de los mercados financieros —es decir, si se reinstala la norma Glass-Steagall y se le permite de nuevo a la banca comercial emitir créditos para pleno empleo productivo— entonces Hartz IV se vuelve irrelevante.

Control de precios en los alimentos básicos

Tenemos que actuar de inmediato, porque en semanas, podríamos tener el efecto dominó de naciones en quiebra en la zona del euro. El gobierno irlandés está posponiendo un pago por 10 mil millones de euros a los bancos irlandeses, dependiendo del resultado de las nuevas elecciones programadas para el 25 de febrero, y podemos prever que el próximo gobierno se va a negar a honrar los acuerdos suicidas de Irlanda con la troika de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el FMI. Portugal no va a poder seguir pagando por mucho tiempo sus actuales tasas de interés del 7% sobre los valores del gobierno; y si Portugal cae, esto arrastrará a España consigo.

La espectacular renuncia de Axel Weber del Bundesbank (Banco Central de Alemania, NDR) y su candidatura para suceder a Trichet como presidente del BCE, junto con la advertencia del economista en jefe del BCE, Jürgen Stark sobre el peligro de una nueva tormenta de mega rescates, son sin lugar a dudas campanas de alarma, indicando que por lo menos algunas personas han reconocido el peligro de una catástrofe hiperinflacionaria.

Sin embargo, el punctum saliens, es el siguiente: ¿Por qué habremos de continuar, siquiera por un solo día más después de la publicación del Informe Angelides, con esta política dañina de rescatar a las entidades insolventes de Europa, una practica que solo va a dar como resultado que se le pida a los contribuyentes alemanes que pongan todavía más dinero, fomentando las llamas de la hiperinflación?

Tenemos que proceder desde la perspectiva de que, producto de las sequías masivas en el noreste de China, junto con la especulación masiva en los productos agrícolas básicos, existirá el peligro de que empeore considerablemente la inflación en los precios de los alimentos. Dado que un acontecimiento así llevaría a revueltas por hambre en 80 países —como ha advertido la ONU— y dado que esto afectará también a cualquier combinación gobernante en Egipto, es urgente que se tomen ciertas medidas.

El BüSo por lo tanto hace un llamado para la imposición inmediata de controles de precios en los alimentos, a nivel mundial.

Los precios tienen que congelarse a niveles bajos, hasta el momento en que el sector productivo de la economía se vuelva dominante de nuevo, mediante una reforma general del sistema financiero mundial, a través de un sistema bancario de doble piso de crédito y la recuperación de la economía real con proyectos como el Puente Terrestre a Nivel mundial.

¡Únete a la movilización del BüSo! ¡Lo que está en juego es la sobrevivencia de Alemania, y de toda la civilización en su forma actual que, hasta ahora, hemos dado por sentado!

¡Animo! ¡Podemos ganar!

Visita el sitio electrónico de BüSo al presionar aquí (http://bueso.de)

 

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