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Diálogo de las culturas

La paz mediante la infraestructura


ASEAN+3, reunión cumbre anual en Phnom Penh, Camboya

Reuniones de la ASEAN

por Gail Billington

Ante las amenazas de los Estados Unidos de desatar una guerra en el Oriente Medio y por toda su región, los países de ASEAN+3 —las 10 naciones del Sudeste de Asia y sus socios, China, Japón y Corea del Sur— sostuvieron su 8ava reunión cumbre anual el 4 y 5 de noviembre, en Phnom Penh, Camboya. Allí, ASEAN, que representa más de 1.500 millones de personas y un PIB de 1,7 billones de dólares, se declaró a favor de la paz mediante el desarrollo económico, y trazó planes extensos de proyectos cooperativos de desarrollo para el sudeste asiático, especialmente para la cuenca del río Mekong. El grupo ampliado de la ASEAN, incluyendo este año a un cuarto interlocutor, la India, representa casi la mitad de la población mundial.

En una declaración de la presidencia de ASEAN al concluir la reunión, se plantea de frente: "Estamos muy preocupados por la situación en el Oriente Medio. Con la ayuda de la comunidad internacional, debe formularse una solución pacífica para acabar con el ciclo de violencia que recrudece en Israel. Los líderes de ASEAN coincidieron en que la situación de Iraq también es motivo de grave preocupación para la comunidad internacional, y notaron los potenciales efectos desestabilizadores de una guerra para la economía global y su impacto en la región".

En muchos sentidos, la reunión de este año es histórica, no sólo porque fuera en Camboya, una de las naciones más pobres del mundo, que aún está recuperándose de uno de los peores holocaustos causados por las guerras de Indochina de la facción de los utopistas angloamericanos en los 1960 y 70; los bombardeos de los EU y los genocidas del Khmer Rouge mataron al menos a 1 de cada 5 camboyanos entre 1968 y 1979.

El nivel de cooperación sin precedentes que China ofreció en la reunión, además de la participación de la India, dan testimonio del profundo compromiso de estas naciones, a las que la crisis económica global ha golpeado fuertemente desde 1997, a emprender de nuevo la rica historia de cooperación iniciada en la reunión de Bandung de Asia y África en 1955. El actual presidente del Movimiento de los Países no Alineados, el presidente sudafricano Thabo Mbeki, fue invitado a dar una conferencia sobre el desarrollo africano. ASEAN reafirmó su compromiso con los Cinco Principios de la Coexistencia Pacífica del Movimiento de los No Alineados.

En la reunión de Phnom Penh también se aludió de forma reiterada a la crisis económica que hizo erupción en Asia en 1997–1998, y a lo "floja que continúa la economía mundial". Esto último se refiere a la certeza de que la crisis económica seguirá y que se requiere desarrollar una estrategia, como dijo el primer ministro japonés Junichiro Koizumi, de "actuar juntos para avanzar juntos".

Este año, la cumbre de ASEAN se realizó en dos etapas. El 1 de noviembre, el primer ministro chino Ju Rongji llegó para una visita de tres días a Phnom Penh, donde presidió la firma de un empréstito previamente acordado de 12,5 millones de dólares, a 0% de interés, al país sede, Camboya, y se reunió con el rey rey Sihanouk y su hijo, el príncipe Norodom Ranarrid, presidente de la Asamblea Nacional, y con el primer ministro Hun Sen, quien presidió las reuniones de ASEAN. Ju anunció que Pekín condonará 200 millones de dólares de la deuda que le debe Camboya, y eliminará los aranceles de una amplia gama de productos camboyanos. Se le extendieron concesiones y ayuda parecidas a Laos y Myanmar, como parte del esfuerzo de ASEAN de ayudar a las naciones más pobres de la asociación.

Probablemente lo más impresionante que salió de las reuniones de Phnom Penh, fue la decisión de proceder con el desarrollo de la cuenca del río Mekong, la encrucijada principal entre China, el Sudeste de Asia y la India, así como uno de los principales empalmes en la ruta sur del Puente Terrestre Eurasiático, que conecta al Pacífico con Europa y África. La primera reunión de los jefes de Estado de los países miembros de la Subregión del Gran Mekong (SGM), patrocinada por el Banco de Desarrollo Asiático, tuvo lugar el 3 de noviembre, y ahí se firmaron acuerdos de transporte regional en el Mekong, y, en lo que fue un gran logro, un acuerdo para construir una red de energía para el Sudeste de Asia utilizando el potencial hidroeléctrico del Mekong y otros ríos, a un costo 4,5 mil millones de dólares, con la ayuda de China. Se contempla terminar lo que sería la primera red energética que abarque toda la región para el 2019.

En la declaración final de la reunión de la SGM, los gobiernos de China, Myanmar, Tailandia, Camboya, Laos y Vietnam declararon que: "Nuestra visión es la de una SGM que alcance su vasto potencial, liberando a sus pueblos de la pobreza y dándole a todos desarrollo sustentable".

Infraestructura de ríos, rieles y caminos

El proyecto de la SGM une a Vietnam, Laos, Camboya, Tailandia, Myanmar y a la provincia china de Hunnan, en un programa de infraestructura interconexa de "corredores de transporte" de rieles, caminos, aire y agua, además de energía, telecomunicaciones, así como el desarrollo de recursos humanos, turismo, y agilizar el comercio y la inversión. La SGM abarca un territorio del tamaño de Europa Occidental, y allí viven 250 millones de personas.


Las reuniones de ASEAN+3 en Phnom Penh se centraron en un plan ambicioso para desarrollar la Gran Subregión del Mekong en torno a la cuenca del río Mekong, de 4.000 km de largo. Además de nuevos corredores ferroviarios y carreteros, se propone una red energética usando el potencial hidroeléctrico del Mekong.

En una gira por la región que realizaron los representantes de los países de la SGM en julio de este año, el director general del Banco de Desarrollo Asiático, Rajat Nag, describió lo que se propone el proyecto: "Queremos tener a toda la región conectada por infraestructura física de calidad y todo lo que eso conlleva. En los próximos 10 años, queremos tener instalada toda la red de infraestructura física. Ayudaremos a todos estos países a construir un ambiente adecuado para el crecimiento". Aunque se calcula que se necesitarán 2 mil millones de dólares en financiamiento en los próximos 3 años, Nag dijo que "estos países son extremadamente pragmáticos. Dicen, vamos a enfocarnos en lo que es posible. ¡Y manos a la obra!"

ÜscChina anunció que está lista a apoyar el gran proyecto de la carretera costera de Kunming a Bangkok, cofinanciando la construcción de algunos tramos. China, que ha gastado 2.080 millones de dólares en la construcción de su porción de la carretera, también tiene interés en desarrollar la navegación fluvial junto con ASEAN, y podría aportar fondos para regular algunas secciones del canal de navegación del Mekong en Laos y Myanmar. China también expresó interés en participar en la construcción de la vía férrea entre Singapur y Kunming, y otras redes de transporte en los países vecinos de ASEAN, así como en ampliar sus acuerdos bilaterales de servicio aéreo con los países miembros de ASEAN.

Acuerdos sin precedente

La reunión cumbre de ASEAN y China el 4 de noviembre, produjo otros avances espectaculares en cuanto a la cooperación regional. Se firmó un acuerdo bilateral de cooperación económica, que si bien es cierto crearía una Área de Libre Comercio entre ASEAN y China (ALCAC) a lo largo de 10 años —con un mercado combinado de 1700 millones de personas, un PIB de 2 billones de dólares, y un comercio bilateral de 1,25 billones de dólares—, va más allá del mero librecambismo, e incluye "la cooperación económica, especialmente en las áreas de la agricultura, la informática, el desarrollo de recursos humanos, inversiones mutuas, y el desarrollo de la cuenca del río Mekong".

A ese fin, ASEAN y China firmaron un memorando de entendimiento sobre la cooperación agrícola; China le proveerá a ASEAN entrenamiento y ayuda para aumentar sus capacidades agrícolas, pesqueras y de acualtura, y de biotecnología, maquinaria agrícola, agroindustria, ganadería, tecnología de cosechadoras, y seguridad alimentaria.

La ASEAN y China también firmaron un acuerdo de seguridad histórico, el "Acuerdo de Camboya", referente a una serie de reclamos y contrareclamos sobre varios grupos de islas en el mar de la China Meridional (incluyendo las islas Spratly), hechos por Brunei, Malasia, las Filipinas, Vietnam y China. Vietnam y China tuvieron choques serios por las islas Spratly en 1988 y en 1992, y las fricciones entre las Filipinas y China han llegado al borde de un conflicto militar en varias ocasiones desde entonces. El secretario general de ASEAN, Rodolfo Severino, describió el acuerdo en una entrevista con la Agencia Francesa de Prensa: "Hasta la resolución de las disputas jurisdiccionales y territoriales, esta es la manera como vamos a comportarnos: No ocuparemos tierras deshabitadas" en los mares de China.

El vocero de ASEAN, M.C. Abad, dijo que "el Acuerdo de Camboya es la contribución de las partes a la causa de la paz regional y global. Es un tributo apropiado a un país que ha recorrido un largo camino en transformarse a sí mismo, de ser un lugar casi sinónimo con los campos de la muerte, a ser el mediador de un instrumento de paz en la región".

El acuerdo también sirvió para revivir dos grandes proyectos de desarrollo en la región, los cuales han recibido muy poca atención desde la crisis económica de 1997 en Asia. Estos son la zona de Crecimiento Económico de Brunei, Indonesia, Malasia y las Filipinas, en el este de Asia que circunda el área en disputa del mar de la China Meridional, y la zona de Cooperación Económica de Bangladesh, India, Myanmar, Sri Lanka y Tailandia, que complementa el concepto del desarrollo de la Gran Subregión del Mekong, para ampliar más los corredores de transporte este–oeste de Asia continental, los cuales son decisivos para el concepto más amplio del Puente Terrestre Eurasiático. Corea del Sur y Japón mostraron gran interés en participar en los proyectos ferroviarios.


El corredor ferroviario más importante que financian China y ASEAN, es el tren Kunming–Bangkok, que sale de China, corre por la costa de Indochina hasta Bangkok, y se dirige al sur a través de Malasia.

Igualmente importante, el Acuerdo de Camboya trató el asunto de la "seguridad" de una manera que contribuyó a evitar que el concepto de la "guerra contra el terrorismo" —como la define la facción utópica belicista de Washington— dominara la discusión. Esto fue especialmente importante en un momento en que el gobierno del primer ministro John Howard realiza redadas en contra de los indonesios en Australia, y las multiples alertas contra el terrorismo que han detenido la inversión extranjera directa, el turismo, etc. El primer ministro malasio Mahathir bin Mohamad, respaldado por la presidenta indonesia Megawati Sukarnoputri, rechazó la solicitud de Australia de ser considerado un interlocutor de ASEAN, archivándola por otro año.Üsc El enfoque se concentró en el desarrollo económico y la colaboración política, para el mayor beneficio de la región como un todo.Üec

El terrorismo es considerado un asunto serio en el sudeste asiático, pero el doctor Mahathir y sus colegas insistieron en que, para derrotar el terrorismo, debe atacarse de raíz, con iniciativas para un desarrollo económico amplio como las que se acordaron en Phnom Penh. Siete de las naciones miembros de ASEAN, de hecho, se comprometieron a una alianza antiterrorista y se creará un centro contra el terrorismo en Kuala Lumpur, Malasia. De que ASEAN tiene confianza en su capacidad de responderle a la amenaza terrorista, quedó claro cuando la presidenta indonesia Megawati anunció que será la anfitriona de la reunión cumbre de ASEAN el próximo año en Bali, escenario del horrible bombazo de octubre pasado.

Japón e India

Japón, el principal inversionista en el Sudeste de Asia, llegó a un acuerdo de "Colaboración Económica Amplia" con ASEAN, para expandir el comercio y la inversión. El próximo año será el trigésimo aniversario de la relación ASEAN–Japón. Una interrogante económica importante es si Japón regresará a su política de aquellos tiempos —antes de entrar en los infames Acuerdos del Plaza con los EU—, cuando tenía el compromiso de transformar a las naciones en vías de desarrollo en potencias industriales.

La reunión final fue la primera entre ASEAN e India, creando una nueva "ASEAN+1" para complementar ASEAN+3. En esta reunión, el primer ministro Atal Bihari Vajpayee propuso un acuerdo de libre comercio entre ASEAN y su país. India le extendió una línea de crédito de 10 millones de dólares en términos preferenciales a Camboya. Esta fue la primera visita de un primer ministro indio a Camboya o Laos desde la de Jawaharlal Nehru en 1954. La declaración conjunta emitida por India y ASEAN de manera apropiada concluye: "Nos dimos cuenta que la historia y las culturas del Sudeste de Asia y de India están profundamente interconectadas. La cercanía de nuestro pasado nos da la esperanza de que nuestro futuro está igualmente relacionado a la prosperidad y la estabilidad mutua".

Durante la "crisis financiera asiática" de 1997–1998, el comercio interasiático se destruyó, y las naciones exportadoras se vieron obligadas a depender del mercado de la "nueva economía" de los EU. Pero cuando este mercado cayó durante el transcurso del 2001, las naciones asiáticas comenzaron a reconstruir sus relaciones comerciales regionales, centradas, en esta ocasión, en torno a China. Esto es lo que reflejaron las reuniones de Phnom Penh. A pesar de la depresión mundial, el comercio entre China y la ASEAN creció 5% en el 2001. En la segunda mitad del 2002, China se convirtió en el principal mercado para las exportaciones de Japón, Corea del Sur y Taiwán, sobrepasando por primera vez a los EU. El comercio y la inversión conjunta han crecido sin interrupción, mientras que con los EU se ha estancado o disminuido.

Las conexiones financieras están creciendo también, aun cuando el dólar estadounidense se debilita. El 4 de noviembre, la prensa oficial china publicó un informe de que la moneda china, el yuan, está aceptándose calladamente como "moneda dura" en la región y en Rusia. En Malasia, Vietnam y Singapur, el yuan se usa como moneda convertible, a pesar de que, oficialmente, siguen vigentes los controles de cambio. El fenómeno todavía no es muy grande, pero sus implicaciones para el futuro son enormes.


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